Lo que no puede cambiar

La idea de no poder cambiar de pasión me gusta. Hay una constante en la vida de todos que se repite, que no se puede modificar de manera conciente.

Ayer recordabamos con una amigo el especial de Presidentes de Latinoamérica, en donde la compañera de Faculdad de Cristina contaba la anécdota sobre el final que rindió sosteniendo la teoría contraria al titular de la cátedra. El examen lo aprobó, pero esa constante no puede cambiarla.

Muchos le reclaman al Kirchnerismo, a CFK otra forma de comunicar, otro tono. El problema es que esa persona, de la que se espera determinado comportamiento, no exisite. Lo existente es esta forma que puede ser buena o mala, correcta o incorrecta, pero es su forma de actuar, de enfrentar los desafios y las experiencia de vida.