25/3/10

No pueden apagar tanto fuego


Hebe siempre desafía. Pone en escena el aquí y ahora. Historiza el presente.
Podemos concurrir a la plaza para celebrar la democracia y recordar a nuestros muertos en un festival, pero para que no existan errores de interpretación, alerta con voz atronadora, que la lucha continua.

Mientras oía la voz de Hebe, como el trueno de Zeus, pensaba en la cantidad de ofensas que soportaron y soportan: desde el "deberían haber cuidado mejor a sus hijos" de Camps al pedido de "clemencia" para los "abuelitos" represores.
¿Y Las Madres qué? ¿ No merecen respeto, comprensión y Justicia?

No sólo llevan la huella del dolor, también el peso de los años. Treinta y tres años defendiendo la democracia, los derechos humanos, la libertad.
Hebe nos recuerda, con lengua de pólvora, esa que enciende, que las batallas se libran día a día, pero la lucha es una sola y hay cosas a las que no renunciamos ni negociamos.

Por eso la furia de Hebe, por eso la voz apasionada que se levanta, una vez más, frente a los pedidos de amnistía para los represores; porque no hay paz con un pasado impune. Y quienes pretenden la falsa pacificación, convocando a marchas, extorcionando desde algunos medios defendiendo lo indefendible, sepan que son cómplices.
Pedir amnistía es negarle el derecho de justicia a las Madres que perdieron sus hijos y al pueblo entero que clama Memoria, Verdad y Justicia.
No piden paz, piden claudicación. De esto nos habla Hebe para que el presente sea memoria.

1 comentario:

Mariano Abrevaya Dios dijo...

Lengua de pólvora, loco. Genial.

No es sencillo ponerle palabras a lo que uno siente cuando escucha, por ejemplo, y en el marco de este 24 de marzo, a Hebe.

Historizar el presente. Claro que sí.

Abrazo grande

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