La de tinta que se lleva Messi

Criticar a Messi se ha convertido en un deporte dentro de otro deporte. Que si canta el himno, que si corre, que si siente o no la camiseta, etc.
Trabajo con adolescentes y casi ninguno canta el himno, o apenas mueven los labios en los actos, y no por eso voy a pensar que son menos argentinos.

Tres notas: "La lección Messi", por Carlos Stoker; "La casa de Messi es el barcelona", por bruno Lazzaro; "Un Patrimonio Nacional" por José Pablo Feinmann.

La de José Pablo es la peor de las tres por quién la escribe. Repleta de obviedades y juzgamientos mezquinos que parecen una mala tarde de reflexión. Los que gustamos del Futbol vemos que El Barca juega a otra cosa, que no se puede comparar con ningún equipo y que tiene como figura central a Lionel. Hablar sobre una posible especulación de Messi a la hora de jugar para la selección es muy estupido:

Sus amos europeos le dicen: “Pibe, cuidate las piernas. No sea que te nos vuelvas quebrado por tratar a de hacer ganar a la selección de tu maldito país”. ¡Y así lo vimos a Messi jugar con la selección! dice Feinmann

Messi podría haber hecho lo que hizo Camoranesi y otros jugadores, renunciar a la selección Argentina y hacerlo para el país que le otorgó una segunda ciudadanía. Ojo, no estoy juzgando a Mauro que no se mal interprete. Lionel no hizo eso, no eligió jugar para España y lo podría haber hecho; lo mismo hizo Gonzalo Higuaín quien rechazó la convocatoria de la Selección Francesa.

¿Por qué tanta dureza con quien es considerado el mejor jugador del momento? En lugar de estar orgullosos que haya elegido jugar para la "celeste y blanca" se lo critíca; porque repito no tenía ninguna obligación, y no voy a sostener las boludeces que escribe Stoker, pero acá no las tuvo fácil.

León Gieco dijo hace un tiempo, que si Felleni hubiese nacido en Argentina sería simplemente un fotógrafo. Nos ocupamos de demonizar a nuestra gente, a nuestro pueblo. Son vagos, negros, cabecitas, borrachos, forros, no les gusta trabajar, van por el chori, soberbios, etc; pero cuando "afuera", en lo externo se le reconoce el talento, en seguida reclamamos la paternidad. ¿Cuántas canchas llenaríamos con los "que vieron debutar a Maradona"? Cortázar murió en el exilio y cuando volvió, pocos meses antes de morir, le cerraron las puertas y le negaron el reconocimiento. Músicos, Escritores, Científicos, Jugadores de Fútbol, no importa la profesión o la actividad que desarolle, para ser respetado hay que morirse; entonces sí, llegan las loas, los laureles, el reconocimiento póstumo, todo pero tarde.