Uno la ve tan frágil, tan bonita y parece mentira que tenga esa fortaleza de titán, para enfrentar vendavales de mediocres, mezquinos y angurrientos que tanto pululan.
Ella va rodeada de los humildes, de los que no hacen barullo, pero si tienen una capacidad muy grande de amar, y de mantener en su memoria a aquellos que nos traicionan.
Leonardo Favio es el mejor director argentino. La etapa blanco y negro (integrada por las tres primera películas) y la etapa color (que va de 1973 a 1976) forman el corpus de un realizador inigualable en el cine argentino. El Dependiente, sin duda, es el mejor Film, realizado por Favio, y el mejor de la filmografía argentina. Es una cátedra abierta de belleza, estética y dirección, con una fotografía maravillosa.
Películas:
* Crónica de un niño solo (1964)
* Éste es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza y unas pocas cosas más... (1966)
* El dependiente (1969)
* Juan Moreira (1973)
* Nazareno Cruz y el lobo (1975)
* Soñar, soñar (1976)
* Gatica, el Mono (1993)
* Perón, sinfonía del sentimiento (1999)
* Aniceto (2008)
Ayer se le realizó un homenaje, comentado por muchos medios y muchos blogs también, al Maestro. Polycarpo hizo un registro de las imágenes de Favio en la Apertura del 23° festival de Cine de Mar del Plata, de la cual tomé las palabras para este post. Yo no lo quise ver ayer, sabía que estaba, escuche las primera palabras pero lo apague. Me duele profundamente verlo tan mal, físicamente, me duele y no puedo evitarlo. He estado en reuniones, en las que, de no ser porque todos estudiabamos cine y nos considerabamos civilizados, hubieran terminado a las piñas por defender, casi futboleramente a Favio. Nunca toleré esa mirada tilinga en donde por ser argentino, a priori, ya no puede estar a la altura de los grandes directores del mundo. Lo que Leonardo Favio hace con Carlos Monzón, en Soñar Soñar, muestra la grandeza de un director. Favio no lo dobla, como Daniel Tinayre hace en La Mary, todo lo contrario, lo hace actuar, y eso es sólo posible por la grandeza de Favio.
La primer película que vi fue Nazareno cruz y el Lobo, y me enamoré de Favio. Por eso, ayer cuando lo vi ingresar al escenario, con el caminar cansino, el temblor, el paso lento y frágil, sentí muchisima tristeza y apague la tele. Hoy por la mañana, mi mujer que lo vio, me contaba lo que dijo, pero yo no pude verlo. "Te vas a arrentir" - me dijo anoche - por eso, por suerte encontre el video en el Blog de Polycarpo y lo vi, con mucho dolor, pero también con mucha felicidad, por su alegría de estar allí.
valgan estas palabras, también, como homenaje al más grande director de cine argentino!
1 comentario:
Leonardo Favio es un maestro, en todo sentido. Y te faltó la parte que putea a Lanata: "Por suerte algunos mentirosos andan haciendo papelones en el teatro".
Mañana me alquilo Aniceto...
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