De Clarines y Naciones

Completa.


Esta idea de construcción sobre lo que debe o no debe ser el "espíritu argentino" me parece muy berreta. Hablar de Morenos y Maradonas, dos personas que son argentinos pero no representan a la totalidad, es bastante tonto.

La construcción que generalmente realizan da la sensación que fueran extraterrestes; los periodistas nunca aparecen en estas generalizaciones, como tampoco los empresarios. El mentado "cómo nos ven" y la generalización sobre lo que "somos los argentinos", se les presenta como una constante que recae, una y otra vez, en lo obvio. Me pregunto si el manual de estilo los obliga a escribir estas boludeces una o dos veces por año.

¿Tengo derecho a que un compatriota, que vive de una forma distinta, se tenga que hacer cargo del ombliguismo de los que vivimos en los grandes centros Urbanos?
¿Por qué nos vamos a tener que hacer cargo de la totalidad del discurso del otro?
Podemos compartir muchas cosas y eso no implica que tengamos que hacernos cargo de todo.

La ley que tanto critica el grupo Clarín viene a saldar este problema. Una persona que vive en Humahuaca, Reta o San josé del Rincón, se tiene que comer horas y horas de un asalto, de una toma de rehenes, de un asesinato que ocurrió en capital o el conurbano, como si sus problemas tuviesen que ser los mismos, con la misma idiosincracia, con el mismo lenguaje.

Entonces sí, como dice Pepe, todos somos corruptos, violentos, crispados, malos en general. Salvo los gloriosos guardianes de "la verdad" de lo que debiera ser un argentino modelo.
Crónica anda por la calle preguntando que opinan de lo que dijo Diego. Salen a la calle y le preguntan a cualquiera, conozca o no del tema, que opinan de esto o aquello. Después mandan los informes del noticieron central contándonos cómo nos ven afuera, o cómo somos. Y así ese argentino que vive en Humahuaca, Reta o San José del Rincón, tiene que terminar pensando que sus vecinos son posibles violadores, asesinos, chorros o corruptos en potencia.

Para utilizar una chicana que nos la presentan como prueba irrefutable sobre las supestas declaraciones de Guillermo Moreno es que digo: si Clarín no desmiente esto es porque TODOS los que trabajan en ese multimedios son ágrafos, tontos, corruptos, obsecuentes y malos periodistas.