"La verdad es que cuando me decidí a ir era tarde. Tomamos por el puerto y había un piquete de los tipos de Moyano. El tránsito estaba parado, paré a un motochorro (sic), a un motoquero, y le pregunté si me llevaba. Me dijo que sí, y pasamos entre los camiones e hicimos 3 o 4 kilómetros hasta llegar a Comodoro Py". completo
El jefe de gobierno tardó en decidir si iba o no a declarar ante el Juez Norberto Oyarbide. Como llegaba tarde cuando se decidió y un grupo de personas protestando le impedía avanzar, se bajó y le pidió a un "motochorros" que lo alcanzara hasta Comodoro Py.
Es que para Mauricio Macri todas las personas que protestan son "de moyano", todos los motociclistas son "motochorros" y todos los jueces que pretenden controlar su accionar como jefe de gobierno trabajan para Néstor Kirchner.
Es fácil vivir en esa lógica, donde todo es tan claro. Donde las palabras no importan y pueden pronunciarse sin ponerse colorado, cuando sabés que nada te va a pasar por lo que digas.
¿Cuántos ciudadanos pueden decidir si concurren a una citanción judicial?
Más allá del dato que introduce Ambito Financiero, que el jefe de gobierno porteño admitió viajar 3 o 4 kilometros sin casco, y que para Clarín no existieron esas declaraciones, que si publica Página 12; la mirada de Macri, reflejada en sus declaraciones con fallido o lapsus, muestra la calificación que tiene sobre todos los que utilizamos motocicletas y sobre todos los que realizamos una protesta. Sin dejar de recordar el desinteres que tiene por las instituciones como la justicia.
Todos los que manejamos motos no somos motochorros, todos los que nos manifestamos no somos pagos, todos los jueces que fallan contra su gestión no responden a Néstor Kirchner. Existen muchas personas honestas que trabajan, estudian y se manifiestan; sólo algunos delinquen o conforman asociaciones ilícitas para escuchar cuñados, dirigentes opositores y empresarios de la competencia.
1 comentario:
Comprendo que ofenda a quien maneja una moto, lo entiendo, y lo respeto.
Lo que no tolero, admito, ni acepto, es que siga diciendo como quien dice "hola" o "chau" que comete ilícitos como si quien cuenta una gracia, que comete fallidos y ni siquiera tiene el don de gentes de retractarse.
Porque hoy es "motochorros", y mañana es otra, y viene de guatemala en guatepeor.
Y lo peor es que ningún juez de faltas de la CABA lo vá a citar de oficio por sus dichos, como debería suceder.
Que a confesión de partes, relevo de pruebas.
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