No debilitemos el movimietno de los trabajadores

En la ciudad de Buenos Aires exiten 17 gremios docentes, de los cuales sólo cuatro concentran la mayoría de afiliados. La atomización gremial es un problema porque le resta fuerza al movimiento obrero. No comprender ésto y continuar fragmentando gremios, en lugar de buscar una composición gremial más igualitaria que represente verdaderamente a la mayoría, es un craso error.

No sólo por la pérdida de legitimidad, sino porque en la disputa, como en el caso de la UTA, deslegitima un derecho digno de los trabajadores: La Huelga.

Obviamente que a Clarín y a La Nación le importa un rábano la suerte de los trabajadores del subte. El único fin que persiguen es la defensa de sus propios intereses y nada más. Este gobierno, y el anterior han sido considerados un "obstáculo" en reiteradas ocaciones, con lo cual, cualquier cosa que sirva para "desgastar" es bienvenida. Llámese Kraft, UTA, pequeños productores agropecuarios, fondos jubilatorios. Su suerte poco importa. Durante meses nos ilustraron sobre la dificultad de los "campesinos" para mantener sus tierras y su producción y una vez lograda la medida que aseguraba sus intereses, nadie volvió para ver cómo se beneficiaban con la caída de las retenciones móviles.

Del mismo modo en que hoy consiguen los delegados del subte, una cobertura ampliamente mediática y cierta anuencia sobre su protesta, en un futuro cercano le cederán el lugar a "otro" que les sea útil. No ver la manipulación a la que se somenten, creyendo que se podrá extraer algún rédito es un acto pueril. Con esto no quiero defender a los dirigentes de la UTA, pero creo que en el caso de un gremio, cualquiera sea, la lucha hay que darla adentro del gremio.

Debemos ir a una composición más democrática en la construcción de la representación de los trabajadores, sin atomizar al movimiento obrero. Mejorar la composición participativa de los gremios para que no se puedan generar "genuflexiones", como nos pasó con la CGT de los 90' mientras se cerraba una fábrica detrás de otra; buscando la mayor transparencia en la elección de los dirigentes.

Continuar con esta modalidad que es tomada por la oposición política-mediática-empresarial, como un signo de desgaste, como vehículo para detener la recuperación social, es un error. Y retroalimenta a francoperiodistas que buscan caldear "el humor sensible" de los usuarios que también son trabajadores.