En las últimas elecciones, el Acuerdo Cívico y Social, una Alianza “new age”, no tuvo los votos que pretendía. Y ésta parece ser la lectura de algunos sectores de la oposición, que ya no ven como potable las alianzas electorales, siempre transitorias, a la que son convocados por las columnas de opinión de los monopolios de la información.
Néstor Kirchner es a quien hay que vencer, pero ante la posibilidad de fracasar con una nueva Alianza, ninguna de las fuerzas políticas que conforman la oposición quieren correr esa suerte. Todos pretenden encabezar la lista, más allá de los egos.
Macri, Cobos, Alfonsín jr., Carrió, Binner, Solanas, Duhalde, Rodríguez Saa y hasta Solá quieren ser candidatos a las presidenciales de 2011. La diferencia está en la no existencia de una necesidad que aglutine la voluntad de los electores, y la mala experiencia en las coaliciones electorales.
Rouvier, Lanata, los muchachos de TN - aunque bajito - casi todos hablan de un triunfo electoral en 2011 de Néstor Kirchner en un escenario diversificado. Todos ellos también afirman, que de "unirse", las posibilidades del ex presidente se reducen.
Todavía falta un año y medio para las elecciones de 2011, y comenzar a hablar de los posibles triunfos de unos y otros es apresurarse. Hasta hace unos meses se hablaba que estabamos saliendo de la crisis financiera internacional más grave desde 1929, sin embargo hoy Europa está al borde del colapso.
Muchas cosas pueden ocurrir todavía, y lo único cierto es que el proyecto que comenzó en 2003 aun está vigente y en alza, después de perder en los grandes centros urbanos en Junio de 2009. Así como la mayoría se equivocó en quién ganaría las elecciones pasadas en la provincia de Bs As, también los que empezaron a hablar de pos-kirchnerismo erraron. Para no cometer esos mismos errores y ser prudentes, tenemos que pensar que las medidas que Cristina Fernández viene tomando han sido beneficiosas y tienen un correlato en la sociedad. Esto es esperanzador para quienes apoyamos este modelo de país dentro del FPV, pero no nos vamos a subir al caballo del triunfo, hay que seguir trabajando en este rumbo, que en definitiva es el que posibilitó el crecimiento y recuperación de imagen del Frente para la Victoria.
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