Jorge Oviedo (foto)
LA NACION
Los Kirchner muestran una increíble propensión a intervenir y manejar directamente los negocios del sector privado y a poder hacer lo que quieren con los recursos públicos. Sorprendentemente, para los dos objetivos utilizan e invocan la misma ley (ley 24.156, de administración financiera). Cuando se trató de controlar los recursos públicos, los Kirchner lograron del Congreso unos escandalosos superpoderes que nunca tuvieron gestión democrática alguna desde 1983 y que desdibujaron completamente la ley y el espíritu republicano con que fue redactada.
Jorge Oviedo, desde la gacetilla empresarial, busca sumarse al reflote de IDEA, UIA, y el fuerte lobby que estan llevando a cabo Los Rocca. Ahora se muestran preocupados por Edesur, por la designación de miembros en los directorios, intentando condicionar la toma de decisiones del ejecutivo, y vulnerando la mirada de la opinión pública con respecto a las "empresas Argentina" que no son tal.
Lo único que falta, ya tuvimos ciudadanos que defendían los intereses de los grandes productores, que se sume una nueva ola de locos, que salgan en apoyo de las "empresas multinacionales".
Que Jorge escriba en favor de la opinión de Techint, es entendible porque le pagan para hacerlo y no tiene que investigar nada. La empresa le pasa el argumento principal, algunos datos y construye la nota. Muy distinto es escuchar la voz de trabajadores, que nunca tendrán una participación en las ganancias, defendiendo a estos multimillonarios (Paolo Rocca, figura entre los 300 hombres más ricos del planeta)
Hasta hace unos meses, incluso la nacionalización de SIDOR ocurrió hace bastante, la loca idea que el gobierno nacional se torna en una amenaza para los empresarios argentinos y sacrificados, era algo impensado. Tal vez por la convicción, que ya no es tal, que en las legislativas 2009 el Frente para la victoria, recibiría una rotunda derrota, y con un parlamento desbalanceado debería sentarse a negociar con ellos. Este avance desproporcionado, muestra la preocupación que los sectores de mayor concentración económica tienen con respecto a los resultados de fines de Junio.
Ellos saben que en toda crisis han salido siempre favorecidos, mientras que un estado bobo se desligó de proteger a los trabajadores y compensó a las empresas multinacionales. Las crisis han sido tierras de oportunidades para este tipo de empresarios. Por eso el avance, y el ataque desmedido. Temen que la derrota no sea tal, y que sus futuros negocios se vean perjudicados en favor de los trabajadores y la distribución de la renta.
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