La Familia Acys, un modelo que ya no rinde.

Los afiches nos recuerdan a la familia existosa de las propagandas yanquis de los 50'. El padre emprendedor , empresario exitoso. La Madre, buena, preocupada por la beneficencia y la caridad, y en la casa donde cría a los hijos; El hijo se hace grande y sigue los pasos del padre, estudia en una Universidad Privada y trabajará en la empresa de la Familia. Todo es ordenado, pulcro, destilan felicidad por donde se los mire y nos somenten al embrujo de ser como "ellos", a elegir esa vida aparentemente fácil. Nos recuerdan, con sus sonrisas, que nuestra vida es miserable, que estamos repletos de bajezas, que puteamos y las cosas a veces no salen bien.

Pero, Papá la engaña con la secretaria, porque está aburrido de esa mujer insoportable, hasta llegó a golpearla. Mamá no es buena, grita cuando está borracha, llena de ira. Vive angustiada, toma alcohol y pastillas porque sabe que su marido la engaña, y ella se siente frustrada, no sabe qué hacer; además, el Hijo no elige la pareja que ella desea y que podría mostrar como nuera en las reuniones de caridad.
El hijo, sólo piensa que el viejo reviente, para liquidar todo, irse y gastarse la guita. Está podrido que la madre siempre este borracha, que el padre lo trate como un pelele en la empresa delante de todos. Él estudió mucho, y su padre no lo valora, piensa que no puede hacer nada bien.

Nada está bien en La Familia. Aunque no se vean estos detalles, aunque las paredes estén tapizadas de fotos sonrientes, aunque la casa brille como si nadie la habitara; la sombra lo cubre todo.