Morales Sola, Van der Kooy, Kirschbaum en el congreso

Construyeron un discurso anti y operaron sistemáticamente contra todas las buenas medida que impulsó el gobierno de Cristina Fernández. Son infinitas las páginas vertidas y las horas de televisión dedicadas a invisibilizar los logros de este gobierno.

Durante la discusión de la ley de servicios audiovisuales, ni una sola vez hicieron referencia a las declaraciones del relator de la ONU para la libertad de expresión. Ni una sola vez. En cambio brindaron aire a legisladores opositores, a las cámaras empresarias del sector para que opinaran.

Para los periodistas de Clarín y La Nación, las declaraciones de Kirchner son ataques, no críticas, pero todos los ataques, que realizan desde el mismo inicio de este proceso, todos debemos entenderlos como "sanas críticas".

¿Por qué se quejan, si nunca les importó ofender a quienes creemos en este proyecto de país? Cuando desde sus columnas diarias de televisión, radio y prensa nos ofenden llamándonos con el epíteto de "rentados", subestimando nuestra inteligencia, nuestras convicciones.

¿Por qué la libertad de expresión y de prensa sólo es patrimonio de los periodistas? ¿Acaso creen que los ciudadanos comunes no tenemos derecho a expresarnos y publicar libremente nuestras ideas?
Ustedes presentan opiniones como si fuera información. Mienten, tergiversan y engañan.

Hablan de persecusión; atribuyen una afiche anónimo, sin ninguna prueba de ello, a Néstor Kirchner, ¿y eso cómo debe ser considerado?

Se pasaron una semana hablando y festejando que Barack Obama no iba a recibir a CFK, pero nada dijeron de las reuniones que tuvo con los presidentes de China y Rusia, y minimizaron el encuentro con el presidente de los EE UU. Como tampoco dijeron nada de la aceptación del canje de deuda.

¿A eso llaman informar libremente?

Resulta que el problema es un programa de televisión (6 7 8) que los difama. Ni una sola vez pensaron en los cinco millones de argentinos que eligieron este gobierno. A todos ellos ofenden constantemente con actitudes destituyentes, sentando en sus mesas a locos y entenados que jamás reciben una crítica, ni siquiera una repregunta o una corrección de sus afirmaciones.

Si quieren explicaciones, tomen todos los archivos y revisen la cantidad de veces que ofendieron, estigmatizaron, ningunearon a un sector del pueblo argentino.