Liberarse es fácil. Consolidar esa liberación es lo difícil.
¿Por qué? Porque si todo el poder sigue quedando en manos de la sinarquía, lo que se conquista se pierde muy rápido.
Estados Unidos ha hecho un estudio a través de sus institutos tecnológicos. Ellos han determinado que el problema del mundo está en el año 2000. Si ahora, con los cuatro mil millones de habitantes que tiene el planeta, la mitad no tiene qué comer, cómo serán las cosas cuando el impacto demográfico aumente la población a seis mil millones. La superpoblación no depende sólo del número de habitantes, sino del número de habitantes y los medios de subsistencia. Ya hay en el mundo experiencia de esos problemas. ¿Qué soluciones se han buscado? Básicamente dos:
La supresión biológica, guerras, hambres, pestes; y luego, el reordenamiento geopolítico. A veces pienso que la bomba de cien megatones, a la que tanto teme el mundo, quizás acabe por ser una fuente de solución en el año 2000, si la insensatez del hombre no resuelve el problema por otros caminos.
Con ese panorama en la mente, los Estados Unidos han comenzado a tomar ya previsiones para ocupar las grandes zonas de reserva de los elementos críticos. En un mundo superpoblado y superindustrializado, ¿Cuáles son esos elementos? Muy simple: la comida y la materia prima. Ya comenzaron con ese proyecto de ocupación colonial. Con Cuba no han hecho una cuestión de vida o muerte porque no se trata de una zona de reserva fundamental.
¿Y en nuestro País? Con nosotros hicieron un desastre.
Yo nunca permití que la Argentina se hiciera socia del Fondo Monetario Internacional, porque sabía que ahí, en el Fondo, está el verdadero gobierno del mundo. En 1955, cuando caí, dejé a la Argentina sin deuda externa. Con el ingreso de la R. Argentina como socia del Fondo Monetario Internacional, se nos robó la mitad. ¿Cómo? Cada vez que pedimos un préstamo, la sobrevaloración del dólar con relación al oro nos hace perder un veinticinco por ciento. Quiero decir que, cuando nos prestan cien millones de dólares, recibimos sólo setenta y cinco, pero tenemos que devolver cien más los intereses. Otro cinco por ciento se pierde al transportar la mercadería en barcos norteamericanos. Como la licitación allí no es posible y hay que atenerse a los precios de catálogo, se pierde en eso otro quince por ciento. Un cinco por ciento más se nos va en los seguros de embarque. Entre una cosa y otra nos roban la mitad. Desde que yo me fui, la Argentina ha sido gobernada por el Fondo Monetario Internacional.
¿Por qué? Porque si todo el poder sigue quedando en manos de la sinarquía, lo que se conquista se pierde muy rápido.
Estados Unidos ha hecho un estudio a través de sus institutos tecnológicos. Ellos han determinado que el problema del mundo está en el año 2000. Si ahora, con los cuatro mil millones de habitantes que tiene el planeta, la mitad no tiene qué comer, cómo serán las cosas cuando el impacto demográfico aumente la población a seis mil millones. La superpoblación no depende sólo del número de habitantes, sino del número de habitantes y los medios de subsistencia. Ya hay en el mundo experiencia de esos problemas. ¿Qué soluciones se han buscado? Básicamente dos:
La supresión biológica, guerras, hambres, pestes; y luego, el reordenamiento geopolítico. A veces pienso que la bomba de cien megatones, a la que tanto teme el mundo, quizás acabe por ser una fuente de solución en el año 2000, si la insensatez del hombre no resuelve el problema por otros caminos.
Con ese panorama en la mente, los Estados Unidos han comenzado a tomar ya previsiones para ocupar las grandes zonas de reserva de los elementos críticos. En un mundo superpoblado y superindustrializado, ¿Cuáles son esos elementos? Muy simple: la comida y la materia prima. Ya comenzaron con ese proyecto de ocupación colonial. Con Cuba no han hecho una cuestión de vida o muerte porque no se trata de una zona de reserva fundamental.
¿Y en nuestro País? Con nosotros hicieron un desastre.
Yo nunca permití que la Argentina se hiciera socia del Fondo Monetario Internacional, porque sabía que ahí, en el Fondo, está el verdadero gobierno del mundo. En 1955, cuando caí, dejé a la Argentina sin deuda externa. Con el ingreso de la R. Argentina como socia del Fondo Monetario Internacional, se nos robó la mitad. ¿Cómo? Cada vez que pedimos un préstamo, la sobrevaloración del dólar con relación al oro nos hace perder un veinticinco por ciento. Quiero decir que, cuando nos prestan cien millones de dólares, recibimos sólo setenta y cinco, pero tenemos que devolver cien más los intereses. Otro cinco por ciento se pierde al transportar la mercadería en barcos norteamericanos. Como la licitación allí no es posible y hay que atenerse a los precios de catálogo, se pierde en eso otro quince por ciento. Un cinco por ciento más se nos va en los seguros de embarque. Entre una cosa y otra nos roban la mitad. Desde que yo me fui, la Argentina ha sido gobernada por el Fondo Monetario Internacional.
2 comentarios:
decime ¿a eso lo dijo el General?
Muy bueno tu blog...
Saludos
si Mona, es parte de una entrevista que le hicieron, después busco la fuente y la copio, porque me olvide.
Gracias
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