En el último discurso de CFK, casi todos coinciden en que se abre un espacio de diálogo. Todos resaltan que no parece creíble, mientras no se eche a Guillermo Moreno. Entonces se turnan para pedir la cabeza de Moreno. Con el gabinete "ultra K", con las "señales" que no aparecen para la oposición, el famoso y mentado diálogo brilla en ausencia. Y será una tontería, pero es probable que no tengan mucho que decir.
El diálogo presupone la existencia de un material para ser discutido. Ideas que contrapuestas o no, deben ser debatidas y consensuadas. Como ni siquiera existen consensos dentro de las mismas fuerzas que componen lo que se denomina "oposición", por ahora nadie dice nada.
No se puede seguir hablando de la carne, los granos, la lechería, los medios, sin antes aclara qué se pretende, cómo se consigue, y para qué. Ya se terminó el tiempo de las declaraciones vacías o los grandes titulares. El diálogo presupone pasar a discutir la letra chica, y aquí viene lo complicado. Toda medida presupone afectar intereses, por eso no se puede seguir jugando a demonizar al gobierno. Ahora hay que exponer cuáles son los intereses que se defienden de cara a la sociedad. No se puede apostar a dos puntas, y acá, tanto Proyecto Sur, SI, FAA y CTA, deberán presentar proyectos aclarándole a la ciudadanía qué intereses son los que resultarán afectados.
También es preciso desmitificar esa idea que dice que no existió diálogo por parte del gobierno; hubo diálogo, pero no se llegó a un acuerdo. Y la sociedad debe entender que no siempre existen acuerdos, aunque se dialogue.
La nueva constitución de las cámaras legislativas, pareciera presuponer de antemano, que el gobierno no tiene ninguna fuerza en ambas cámaras, lo cual es falso, ya que cuenta con la primera minoría. Por lo tanto, serán fundamentales los acuerdos y consensos que se formen a través del diálogo, pero esto no es equivalente a pensar que, ahora, el gobierno de CFK está obligado a suscribir con su rúbrica a todo lo que los bloque minoritarios quieran. Eso no es diálogo, porque para desasnar a los ingenuos, estamos hablando de política con muchos intereses en juego, por lo tanto es ridículo querer presionar para que éste gobierno directamente se suicide y pague los costos de llevar adelante políticas, que por generar un alto descontento social, la oposición no está dispuesta a decir que defienden .
El gobierno Nacional, deberá entender que si se quiere continuar gobernando, será fundamental el acuerdo con los gobernadores oficialista y opositores, que no presupone aceptar políticas de ajuste, sino de vehiculizar la continuidad del modelo; convenciendo a propios y ajenos de la necesidad de profundizar la inclusión y el desarrollo. Lamentablemete ya no queda espacio para los errores, y la comunicación es fundamental a la hora de mostrar lo mejor que han tenido durante estos seis años, la gestión.
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