Así como pensé, cuando Nelson Castro dejo de tener una relación laboral con la empresa que maneja radio del plata, que sólo se terminaba una relación laboral, pero que recibió un tratamiento especial, lo mismo me pasa con esta noticia. La misma no tuvo el mismo impacto en el establishment periodístico, tampoco se recurrió a la suspicacia y el doble sentido. Y así debería ocurrir. El diario Perfil aclaró rápidamente a través de las palabras del mismo conductor, que nada tenía que ver con la política. No hay porqué desconfiar de la palabra de Alejandro Apo, pero el doble discurso es lo que mayor enojo genera.
¿Si Frank La Rue en vez de hablar bien del proyecto de servicios audiovisuales que impulsa el gobierno nacional, hubiese expresado alguna crítica sería "cuestionado"?
¿Por qué el grupo Clarín nunca habla sobre la ley de radiodifusión, en cambio siempre es hablado: "dicen", "cuestionan", "críticas por"?
¿Cómo puede ser que el grupo multimediático, con más de cien medios, no tenga nada que decir como parte?
Así como el gobierno nacional equivocó el rumbo en la forma de comunicar y construir consensos sobre el proyecto de retenciones móviles, antes de presentar el mismo, el grupo Clarín está apostando a negar la existencia de una política que cambie la situación en los medios.
Recordamos una emisión de Alejandro Apo, que seguramente encontrará un espacio que le permita continuar con su programa Donde quiera que estés
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