Vamos Compañeros, hay que seguir poniendo

Ayer estuve en la plaza. Con amigos, con compañeros, con mi mujer. Rodeado de otros otros. Otros como yo que nos mirábamos para reconocernos y abrazarnos. En mi casa lloro, todo el tiempo. En la calle y en el laburo no. Hoy fui a dar clases, y me la banque. Me duele pero me la banco. Las lágrimas son para mí. Para los gorilas ni un poquito, como la compañera Cristina que está a ahí, junto a él y no se dobla. La que le dice a Hebe, no llores. Porque ellos nos miran para ver qué hacemos. Y qué vamos a hacer sino cantar, gritar... dos o tres que se largan con la marchita y arrancamos todos. No vamos a llorar.

Ayer, como decía, estuve en la plaza. Cuando volvía en el colectivo, una señora que viajaba en otro asiento le decía a otra: "no me gustó mucho, la gente se reía". Ahí me dí cuenta que era una persona que va a todos los funerales multitudinarios, para llorar o salir en la tele. Nosotros no lloramos, nos reíamos y puteamos a Cobos. Conjuramos la muerte para que se vaya lejos, para que no pueda tocar nuestros heridos corazones. Por eso nos apelotonamos y los pibes no paran de saltar y cantar y gritar.
"Al enemigo ni justicia", bueno, tampoco una lágrima. En casa sí, todas juntas, las que sean necesarias. Y hay que darle al vino, que es una bebida sagrada.

¡Que triste no tener un lider a quien seguir, ni a quien llorar! Eso pensaba en el bondi, cuando volvía a casa. De plaza de Mayo a Villa Madero.
Por eso los Cobos, los Macri, los De Narvaes. Todos forros desconchados, que no sienten nada, y hoy te tiran por la ventana, pero mañana te nombran con sus bocas manchadas de infamia.
Son tristes y patéticos: "Se nos fue un gran hombre; un lider; un patriota" Ya lo sabíamos, el pueblo intuye, se lo puede traicionar, pero no engañar. No se equivoca, por eso lo acompañamos y por eso acompañamos a Cristina, nuestra presidenta.

Hasta Siempre Néstor! seguramente por ese barrio se lo habrá encontrado a Andrés, el viejo. Vamos compañeros, hay que seguir poniendo.

por la tarde estaremos haciendo la cola, para despedirnos del Flaco!

¡Viva Perón, y Néstor, carajo!