Las tomas de los colegios es parte de...

... El malévolo plan del Dr. K

(En este documento exclusivo se puede apreciar, en detalle, al Dr. K convenciendo a unos niños de formar un ejercito para tomar todos los colegios)

Nada detiene al Dr. K cuando de sembrar terror se trata. Recordemos que en las últimas navidades, cuando la división panzer del agro pretendía concurrir pacíficamente a Plaza de Mayo, el escalofriante Dr. K dispuso un ejercitos de zombies del conurbano. Estos pobres seres controlados, vaya a saber con que macabros efluvios, formarían un cerco sobre la General Paz (basta recordar la gran batalla librada contra los cascarudos, en ese mismo lugar, en 1957) y avanzarían hacia el centro con el apoyo de las villas, reductos donde el Dr K fabrica armas de destrucción masiva, y de los motochorros.
Pero gracias a la intervención rápida y sesuda de la prensa y la Agente Orange, esta maniobra logró desbaratarse con un alerta: NO vengan, es una trampa.

Pero la malicia serpentea el país esparciendo su ponzoña. No bastó con mancillar el buen nombre y honor del cándido Newman Boy, plantándole cuñados, espías, jefes policiales y hasta un padre. Ahora el Kaos amenaza con cubrir el territorio. Una horda de jóvenes alcoholizados, drogadictos irrecuperables que utilizan establecimientos públicos en excelentes condiciones para realizar orgías y fiestas negras, pretenden llevar al colapso a la sociedad toda.
Algunos ya comienzan a advertir a la población desde los medios, informándoles que no se puede dialogar con los "incapaces". Estos jóvenes, todos incapaces por definición, se niegan a aceptar que todo está bien. Obviamente sabemos los poderes del Dr. K para lograr que los débiles cumplan con su voluntad: pobres, borrachos, paqueros, putos, motochorros, negros, jóvenes incapaces; toda la escoria que pretende alzarse contra el orden, la familia y la propiedad son presa fácil del endemoniado Dr. K.

Una sociedad horrorizada observa desde sus telepantallas, encerrados en sus casas, cómo esta horda salvaje se apodera de la ciudad, mientras desde la pingüinera, el escalofriante Dr. K prepara su próximo golpe mortal.