No me arrepiento de este amor

No voy a escapar por la tangente. Ni les temo a las hienas. Pienso. Discuto con mis mejores amigos. Pienso. Hebe para mí siempre es una brújula. Las veces que los canallas de siempre buscaron que dudara del camino por el que andaba, siempre me fije en Hebe. ¿Qué dice Hebe? ¿Dónde está? y siempre me sirvió para darme cuenta por dónde andaba yo.
Y hoy no voy a negar que me duele. Pero me duele como si hubiesen cagado a mi vieja, me lleno de bronca. Me duele, como me duele cuando le afanan a una persona mayor abusando de su confianza. Hebe tiene ochenta y tres años. ¿Quién podía pensar que alguien fuera a cagar a Hebe? Porque ella parecía que todo lo puede, que su inteligencia, honestidad y tenacidad no conocían límite. Y bueno, es humana.
Esa señora que perdió dos hijo y que peleo por la justicia para todos, no sólo para ella; esa señora que a las 10:30 de la mañana del 20 de diciembre de 2001 estaba en la plaza y la montada le tiró los caballos encima, generando que muchos saliéramos a las calles cargados de indignación; esa señora se equivocó. Cometió un error grave pero no irreparable. Depositó su confianza, la fundación que creo junto a otras madres, en una persona por la que nadie hubiese dado nada. Sin embargo Hebe creyó. Y cometió otro error muchísimo más doloroso para ella, le entregó su amor de madre.

Algunos socarrones que saben por donde camina uno, miran y de soslayo te preguntan por "las madres". También sabemos que preguntan otra cosa, pero dije que no iba a poner excusas y no me iba a escapar por la tangente. No soy ni Macri, ni Alfonsin, ni Lanata, ni la caterva de cobardes que siempre apuntan a otro cuando el sayo les toca.

"Sueños compartidos" es un trabajo social, no es sólo la construcción de viviendas. Hay un trabajo sobre la identidad y la comunidad, que encierra una mirada sobre la educación, la salud, la vivienda, la seguridad y el trabajo, no son "casitas para pobres". Hay una política. Ese trabajo existe, es real, está. No se esfuma en la estafa de uno, dos, diez tipo. Es colectivo y comunitario. Bueno, esto es parte de este aprendizaje. La cosa es colectiva. Ya no va el personalismo, la individualidad, la cosa es colectiva. Tiene que ser nuestra construcción. Este proyecto político es de todos, no es sólo el Sueño de Néstor y Cristina. Es de todos o se termina en 2015. Y bueno, eso también se aprende; a lo mejor de la manera más dura.

Hebe con sus ochenta y tres años tiene que aprender. Todos tenemos que aprender para el futuro.

"On ne tue point les idées"