Dignidad es lo que les falta. Los partidos políticos vuelven a la escena tras la reforma. Pero se necesitará tiempo para su reconstrucción y el recambio generacional. Luego de la disputa en diputados por las comisiones y las presidencias de la cámara baja, se viene el debate en el senado por el mismo tema. Los referentes expulsadores del partido centenario, amenanzan con ir por la presidencia provisional. No les alcanza con tener al vicepresidente, quieren uno más. Con un supuesto escenario de paridad, ¿volveremos a presenciar otros votos no positivos?
Lo había señalado Morales cuando, en medio del fragor del debate por la reforma electoral, dijo: “Está todo en discusión”. El término “todo” incluía la Presidencia Provisional, cargo que actualmente ocupa el bonaerense José Pampuro y que es el segundo en la línea de sucesión presidencial después del vicepresidente Julio Cobos. La semana pasada, en medio de esos cruces verbales, el senador Ernesto Sanz, flamante presidente de la UCR, respaldó los dichos de Morales y dejó abierta la posibilidad de intentar la pelea por ese puesto. El senador Juan Carlos Romero, alineado con el peronismo disidente, adelantó que la oposición intentaría sentar a uno de los suyos en la Presidencia Provisional.fuente
Será que la dignidad no les da para más. Fueron los que sobornaron senadores para aprobar la flexibilización laboral, los que no movieron un dedo cuando venían por todo. ¿Qué medidas tomó Gerardo Morales mientras estuvo en el ministerio de desarrollo social? El partido que agravó la situación social para llegar al desastre del 2001, no guarda para sí ni un poco de dignidad. No hay autocrítica del papel desempeñado. Sueñan con volver al poder en el 2011 como sea.
Una de las tantas críticas era que el peronismo cuando era oposición no te dejaba gobernar, así pretendieron ocultar sus errores, sus complicidades y sus genuflexiones.
Ya expulsaron a Cobos pero oportunamente lo volvieron a perdonar. Después echaron a Colombi. Los guardianes de la moral y la república, no paran de expulsar y reincorporar a sus propios enemigos/aliados según las circunstancias. Dónde está el consenso radical. El dialoguismo.
No hay caso, no van a aprender más.
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