Triste, un poco solitario y Final...

Bueno, parece que nada que haga el gobierno servirá para recomponer las relaciones con ciertos sectores sociales que ven como amenaza a su futuro, el desempeño del mismo. Ya no importa la renacionalización de Aerolineas Argentinas, la cancelación de la deuda con el Club de París, la restitución de la movilidad jubilatoria después de 15 años de su eliminación, la regulación de las prepagas, los índices de crecimiento, todo queda reducido a 0 en la mirada medíatica de la opinión pública. En 9 meses de gestión y a pesar de haber sufrido el Lockout patronal más fuerte en la historia Argentina, el gobierno de CFK no logra convencer a la población. Y ésta parece cegada o carente de memoria, que ve como empiezan a ocupar espacios los dueños del desastre. A casi nadie le interesa que Duhalde regrese después que juró y perjuró que se retiraba de la política; no genera asombro escuchar a Domingo Cavallo y a Roque Fernández, opinando de lo mal que se están haciendo las cosas. No importa que el estanciero Mariano Grondona llame a dar el "knockout" a un gobierno "grogui". El FMI ahora tiene la solución al desastre que se avecina y sus consultaras, aseguran que invertir dinero en estas pampas es muy riesgoso. Nada importa. No importa que un juez haya sido removido de 400 causas por pedir informes al Gobierno de la Ciudad de BS AS. Lo importantes es generar la sensación que nos va mal, muy mal. Que estamos en presencia de un gobierno autista, autoritario, populista, demagógico, corrupto, dictatorial, monárquico, terrorista, ciego y por qué no, hijos de puta. Sin reparar en la más mínima contradicción de todos estos términos juntos. Estoy cada vez más convencido que absolutamente nada hará cambiar de opinión a un grueso importante de la población. Porque como ya señalo el progresita, Eduardo Buzzi: "los Kirchner son un obstáculo para realizar políticas virtuosas", "Hay que cambiar el modelo", y esto se ha hecho carne.
Hace unos días, la presidenta concurrió a inaugurar una fábrica de calzado en Arroyo Seco, prov. de Sta Fe, con las amenzas de boicot y cortes de ruta. La circulación comienza a tener zonas vedadas. Así como Esteban Echeverría, en El Matadero, relata como un unitario distraido que circulaba con sentido a Barracas, es capturado y luego asesinado por la la furia federal, tenemos la visión democrática de los sectores agrarios que amenazan, una y otra vez, con parar todo. Esto tampoco parece importarle a nadie.
Ya no importa que se posean o no argumentos, discutir con alguien es entrar en un punto ciego que no lleva a ningún lado. Para no cruzarnos con personas, no ya que piensen distinto, sino aquellos coptados por la construcción mediática que como única solución quieren que se vayan los K, optamos por no concurrir a fiestas, cumpleaños, reuniones familiares, no sólo para ahorrarnos la mala sangre, sino para no escuchar pavadas.
Los sectores que se dicen progresistas y de centro izquierda, votan contra las retenciones móviles, contra la movilidad jubilatoria, con argumentos como: "votamos por nuestro proyecto", "el proyecto del ejecutivo es amarrete", todo para no decir que no piensan apoyar ninguna medida que pueda fortacer la imagen presidencial, de cara a las elecciones legislativas de 2009 en la que esperan capturar el voto desencantado, el voto bronca, el voto progre, o lo que fuere.
Y por lo que se ve, será bastante difícil gobernar con un poder legislativo poblado de los paladines de la justicia que dicen defender una cosa y votan totalmente lo contrario.
Tal vez, este punto sea el techo kirchnerista y hasta aquí llegamos. Qué nos deparará el destino sólo Dios y Lilita Carrió lo saben. Para el resto de los mortales que vemos con buenos ojos, con críticas pero con deseos de profundizar en la recuperación de políticas coherentes y distributivas, el futuro se abre en interrogación.
¿Se podrá superar la avanzada de los sectores de poder frente a un gobierno que no terminó de construir un proyecto que tenga continuidad y lo suceda?