Los que Ganaron

(la foto pertenece a http://www.mundo-perverso.blogspot.com)

Ahora las retenciones vuelven al 10 de marzo. Con la caída de la resolución 125 y sus 17 modificaciones en diputados, lo que ganaron los zoopartidistas y la junta de desenlace es que los grandes y medianos productores de soja obtengan una ganancia (descontando el 35%) de $1130 x Tn. También consiguieron que los pequeños productores hasta 300 Tn no reciban la devolución por compensaciones del 5% en 30 días, en total obtendrían retenciones al 30%, y la compensación de los fletes para aquellos productores alejados del puerto. Lo que ganaron es que el 84% de los productores que iban a recibir todas las mejoras generadas en la cámara baja, las perdieran, y que los tan mentados pools de siembra, obtengan ganancias astronómicas. Sin contar que la ley establecía retenciones del 24 % para el trigo y maíz, las que vuelven al 35 %.

Ahora el comandante Buzzi esta comprendiendo que su Forroprogresismo, fue utilizado como tal, por sus enemigos históricos a los que se abrazo sin reparos. Ahora recibe lo que sembró: Miguenz (SRA = Oligarquía terrateniente) y Llambías (Carbap = Duhaldismo) afirman que el conflicto está terminado. Y sabe que dejó a las bases de la FAA en bolas, que su discurso machacante sobre lo malo que era la resolución 125 para los pequeños productores se le vuelve como una plaga de langostas, para utilizar una figura apocalíptica al estilo de La Partera y Astróloga de la patria. Eduardo se quedó solo, porque Alfredito - $80 Kg. de lomo - De Angeli ya se acomodó con Llambías, y su discurso nazionalista todavía les puede servir, pero el Forroprogresismo del comandante no.

Y ahora se vendrán los intentos de reconversión: Lozano, Solanas, Macalusse, Raimundi (Proyecto Sur y SI) publican solicitadas intentando explicar por qué optaron por una solución por derecha. Buzzi se pliega a los Forroprogresistas que buscarán, cuanto antes, cubrir su imagen enchastrada por su alineamiento en el zoopartidismo. También asistiremos a los periodistas que buscaran decirnos que no dijeron lo que dijeron, y que querían más democracia frente al asedio de la monarkía que acató la decisión del poder Legislativo, que envió el proyecto de ley por canales institucionales y que nunca amenazó con su facultad constitucional de veto, como sí lo hicieron los zoopartidistas que apelarían a la judicialización ante un fallo que no los favoreciera. No olvidemos que antes que empezara el debate en diputados, ya habían advertido: si la 125 sale por el congreso, habrá que disolverlo.

El 13 de julio de 1993, cuando solo tenía treinta y ocho años, moría Germán Abdala en el Hospital Italiano. La enfermedad lo había dejado sin visión, pero aún así veía con claridad. Creo que algunos tendrían que recordarlo y reflexionar sobre lo que hicieron. Solía afirmar: “No alcanza con decir lo que pensamos, hay que vivir como pensamos”

Valga este fragmento del documental: “Germán es el mar” para recordar a un militante del movimiento nacional y popular, que no se traicionó ni siquiera frente al cáncer. “No doctor, vivir a cualquier precio no. Yo quiero vivir entero me entiende, entero de alma, de la cabeza, de cuerpo entero, aunque me arrastre en una silla. Y si no hay solución, le agradezco lo mismo. Yo lo pensé antes de venir aquí doctor, si el cáncer me tiene que matar que me mate, pero yo no haré nada para darle el gusto de morirme en vida”.