En el 2001 aparecía como como una dirigente progresista que sostenía no hacerle el juego a la derecha. Diez años después la foto es otra y los partidos por los que pasó, más que los equipos de Mariano Campodónico.
Solana emprendió el mismo camino de soledad y egolatría, aunque el del ex cineasta y ex peronista genera mucha vergüenza. Hoy se presenta a una elección que no va a ganar. Se postuló para presidente y se bajó. Rompió con sus aliados del movimiento sur y con el frente por el que bregó.
¿Cuánto faltará para tener una foto así de Fernando Solanas?
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