A Del Sel lo van a "retar" por decir lo que piensa, no por lo que piensa, que es la opinión de mucha gente que se considera bienintencionada. La frase en cuestión es "para que los negritos tengan agua caliente para poder bañarse". El problema para el INADI (y está bien que así sea) es la utilización de la palabra "negritos", pero más humillante es la creencia del Sr. Del Sel que a los pobres sólo le alcanza con acercarle el deporte, una escuela, o los servicios básicos que goza él y muchos otros ciudadanos.
El cuestionamiento es si la política está sólo para responder a la necesidad de agua caliente. Qué pasa con la justa redistribución de la riqueza, con la igualdad social.
Me sorprendió el manejo que hicieron de la noticia sobre la candidatura del Sr. Del Sel, los que pertenecen a la coorporación del grupo Clarín y los que no. Se burlaron porque pertenece al mundo de la farándula, porque estudió el profesorado de educación física, porque citó como acompañamiento de su proyecto sólo nombres de deportistas.
¿Y Del Sel qué dijo? Eso me pregunté, porque no había escuchado la noticia hasta que lo vi ridiculizado en los medios. Y busqué las palabras de la conferencia de prensa y me encontré que Del Sel razona como un sector de la sociedad que entiende que se resuelve la desigualdad social, manteniéndola en el mismo lugar pero en mejores condiciones.
No alcanza con que todos tenga acceso a los servicios básicos, a la educación, a la salud; claro que esto hay que hacerlo porque es un derecho, pero en el discurso del Sr. Del Sel no aparecen los "pobres" como sujetos activos, creativos y emprendedores; sino depositarios de, sujetos pasivos a los que hay que acercarle las cosas.
Del Sel, como expresión de un sector social y por lo tanto político, manifiesta esa demagogia, en muchos casos racistas, en donde los pobres no pueden ser pensados como sujetos capaces de llevar adelante una empresa, de crear sus propios recursos en un estado que garantice la igualdad social, e incentive ese desarrollo.
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