18/5/09

El Sur también existe.



Por Eduardo Galeano
El dolor se dice callando.
Pero me pregunto:
¿qué será de nuestra ciudad, sola de él?
¿qué será de Montevideo, mutilada de él?
Y me pregunto:
¿qué será de nosotros, sin su bondad inexplicable?

Por Juan Gelman
Es indecible el dolor de su pérdida. Fue poeta, fue novelista, fue ensayista y, sobre todas las cosas, fue un hombre bueno. Nunca se doblegó ante el Poder. Su muerte deja el vacío grande que dejan los grandes. De su obra nacerán otros poetas, como él siempre quiso, y seguirá vivo en el tiempo. El ya no sufre, descansa ya.




Mario Benedetti fue un poeta popular, un gran poeta popular, que eligió ese camino: la sencillez y la ternura. No me gustaría decir que es uno de los poetas que más admiro, porque no lo es. Ya ni siquiera lo leo. Lo leí y me encantaba memorizar "táctica y estrategia" cuando era un adolescente. También los poemas musicalizados por Joan Manuel Serrat de El sur también exite, que tampoco escucho más. Sé que me sirvió haberlo transitado, pero fui también eligiendo otros poetas, otras lecturas que me fueron adentrando por un camino distinto al de la poesía popular. Hace unas semanas, falleció en Uruguay Idea Vilariño una gran poeta que aun sigo leyendo porque eligió una poética más cercana a mi gusto, profunda, que me permite serguir indagándola.

Por eso creo que lo que me convoca de su muerte es el recuerdo del adolescente que fui, del lector que repetía poemas de memoria porque le gustaban. Una relación sincera que hoy no sería justo decir que la mantengo. Aunque creo que puedo decirle adios de todos modos, y no sentirme hipócrita.

Como homenaje prefiero las palabras de Galeano o de Gelman, que lo conocieron desde otro lugar y su dolor es verdadero. Yo no siento dolor aunque si creo que su pérdida es importante para la Literatura Uruguaya y Latinoaméricana.

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